lunes, 22 de diciembre de 2014

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 13)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Este se va a enterar de lo que vale un peine





VALORES PERDIDOS 
“Este se va a enterar de lo que vale un peine” susurró Julia mientras colocaba la etiqueta. Un día, Javier, se cansó de encontrar etiquetas con precio en todas partes. Puede que fuera cuando descubrió una en su estilográfica en mitad de una reunión importante, suscitando miradas suspicaces y una gran vergüenza. Julia se quedó con un hogar etiquetado y nadie que le diera sentido. Rizando el rizo decidió ponerle una a su corazón y subastarse en ebay. 


ALTIBAJOS

Este se va a enterar de lo que vale un peine. Vaya que sí, de hoy no pasa, como que me llamo Maite, vamos, que ya estoy harta de tanto desprecio, de esa altivez, de que juegue con mis sentimientos. Ya estoy escuchando la llave, me voy para allá, lo tengo muy claro. No me mires así, Raúl, no me mires así que me derrito...y me has traído una rosa, te has acordado de que hoy es mi santo...¡ay, cuánto te quiero! No, no estoy enfadada, te lo habrá parecido. Qué cosas tienes.




jueves, 18 de diciembre de 2014

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 12)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: El mensaje era claro, conciso, breve y letal: no insistas, decía




VALLAS CÓSMICAS

El mensaje era claro, conciso, breve y letal: no insistas, decía. Reduje la potencia de los motores y el rugido enmudeció. Había llegado tan cerca. La mafia de mi planeta me había vendido aquella nave destartalada y la promesa de un planeta mejor, con trabajo y en el que no pasaría hambre mi familia. Me decidí. No me dijeron nada de ese escudo de protección. Giré la cabeza y contemplé a mis cinco hijos, que jugaban en la parte del fondo, ajenos todavía a la tragedia. No quedaba combustible para regresar. A las autoridades de ambos planeta no les importaban nuestras vidas, solo éramos un grupo más de inmigrantes ilegales.


DE OLVIDOS Y DESENCUENTROS

El mensaje era claro, conciso, breve y letal: no insistas, decía. Como una cadencia ignota me asaltaban mensajes semejantes cada día. Todo terminó, decía. Olvídate de mí, decía. Como pequeños papelitos enrollados de galletas chinas del infortunio, cada día un nuevo golpe que me dinamitaba. Un día, tras varias semanas, el mensaje varió. Volvamos a empezar, decía. Ignorando todo el dolor provocado. Ignorando que cuando tanto se empuja una figura frágil termina hecha añicos en el suelo. Ya no había nada que recomponer. Le respondí a su modo: ya no existo para ti, le dije.


Fuera de plazo:

ESTACIONES Y ESENCIAS

El mensaje era claro, conciso, breve y letal: no insistas, decía. Aprendí a dejar de buscarte en cada sueño, en cada beso fugaz que veía por la calle, en cada tarde solitaria y fría de manta y película, en cada sonrisa luminosa. Me esforcé tanto que, cuando nos cruzamos por la calle, ya no te reconozco. Solo cuando ya te alejas, por un instante, tu perfume se abre camino hacia el recuerdo y agito la cabeza contrariado y estornudo. Maldita primavera.




miércoles, 10 de diciembre de 2014

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 11)


Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Había escrito cien veces: te quiero.




WINSTON 
Había escrito cien veces: te quiero. Cuando lo escribió por centésimo primera vez se sintió liberado de aquella cárcel donde lo habían encerrado. La abandonó para no regresar y, sonriente, se dedicó a proclamar su amor al líder por el resto de sus días.


PEDAZOS DE AMOR 
Había escrito cien veces: te quiero. Parecía tinta roja. En la pared de cada una de las pequeñas celdas del convento. Al lado de cada monja descuartizada.


AMOR POR COMPLETAR 
Había escrito cien veces: te quiero. Delante, un espacio en blanco por rellenar. Salió a la calle, sonriente, buscando quién sería la merecedora de esa dedicación. Él, como previsor que era, ya llevaba la mitad de la tarea hecha.


EL ECO DE TU NOMBRE 
Había escrito cien veces: te quiero. Delante, sus cien nombres de mujer preferidos. Quería verlos escritos, tan quietos, callados hasta que su voz les daba cuerpo y entonación para, solo en ese instante fugaz de corporeidad sonora, sentirlos en esencia, tal como debían ser dichos, pronunciados, declamados. Primero le quedaron diecisiete, después tres, después solo Verónica. Verónica te quiero. Verónica te quiero. Verónica. Sí, era el correcto, el que paladeaba de forma más cálida y hermosa, el que hacía brotar esa imperceptible sonrisa en la comisura de sus labios. Ahora, tan solo le quedaba encontrar a su receptora. Abrió el listín y se apuró las gafas.

Finalizando #30libros

Muy a destiempo regreso tras una semana y media bastante movida a echar el cierre al reto de 30 libros propuesto por Mónica Basterrechea un año más.
Dado el retraso, empezaré por mis conclusiones del reto antes de mostraros las 3 últimas elecciones que, echas a tiempo, no he podido sacar a la luz hasta hoy.

  1. El reto me ha permitido reflexionar sobre algunas lecturas, tanto pasadas como presentes. A veces, en la vorágine del mundo actual, uno lee cosas muy interesantes pero no se da a sí mismo el tiempo para reflexionar sobre lo leído. Es una lástima y algo que me apunto para intentar evitar.
  2. Me ha servido para conocer libros desconocidos que me han llamado mucho la atención. Ahora faltará encontrarlos porque algunos son difíciles...pero lo estoy intentando.
  3. Me ha servido en parte -ya que era un poco consciente de ello- para darme cuenta que este año 2014 he leído bastante menos de lo que quería.

Y no me enrollo más. Os dejo con mis 3 últimas elecciones

28. Uno de un autor al que os gustaría conocer.





29. Uno de un autor al que hayas conocido

Aquí voy a hacer trampas y voy a poner a dos porque en las últimas semanas he podido conocer a Tony Jiménez y tanto su libro como él me parecen dignos de mencionar. Y a quién ya tenía pensado que es Javier Pellicer, por el cual tomé, después de mucho tiempo, una novela histórica y fui capaz de disfrutarla de la primera a la última página.
Ambos son el reflejo de aquello que me gustaría llegar a ser: un escritor totalmente formado y con la humildad por bandera.





30. Uno azul