miércoles, 11 de noviembre de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2015-2016 (SEMANA 7)

Microrrelatos presentados a la IX Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Vuelven a ser invisibles




LIMPIEZA

Vuelven a ser invisibles, como ayer, como la semana pasada, como siempre. Se posan por las noches, mientras duermo unas febriles horas en que sueño con ellos. Ácaros. Pretenden no estar ahí cuando me despierto, pretenden que me crea que la mesa sigue impoluta, y lo parece, pero yo sé que no. Cuando el sol de media mañana entra por la ventana los revela revoloteando por ese aire que yo respiro a través de una mascarilla, desde que aprendí a repelerlos para que no me corroan por dentro. Pero yo ya estoy preparado con mi arsenal de productos de limpieza para la nueva batalla.



EL SUFRIMIENTO DE UNA MADRE

Vuelven a ser invisibles como cada día impar. Hace tiempo que dejamos de pretender que fueran al colegio. La maestra sospechaba, y con razón, que apenas se mantenían en el aula hasta después de pasar lista. Entre ellos se ven, así que este sufrimiento será solo un recuerdo atípico de nuestra generación a menos que la naturaleza, siempre caprichosa, castigue a nuestros hijos con retoños que sean invisibles los días pares. Yo dejo todo preparado para el día siguiente mientras ruego que no les vea aparecer con las ropas hechas unos zorros ni con ningún rasguño de consideración.



AMORES QUE MATAN

Vuelven a ser invisibles marcas, apenas perceptibles, muchos años de experiencia en maquillaje a sus espaldas. Quiero pensar que, al principio, el proceso era risueño y festivo y solo se transformó en mecanismo de supervivencia años después. Cuando le saco el tema dice que va todo estupendo, como siempre, con una sonrisa en los labios y la nariz pero que apenas roza sus ojos. No sé como ayudarla aunque siento que debería intentarlo, ahora que aún hay tiempo, antes de que un día fortuito su nombre aparezca en televisión.

 
ÉXODO

Vuelven a ser invisibles no sea que nos incomoden. Desfilan en noticias que nunca son portada, sus caras borrones oscuros, perdidos en un mar de números que se escriben y pronuncian con más de dos cifras. Mientras, aquí, todo sigue bien. Mientras nos creamos que jamás seremos nosotros. Mientras nos dure la amnesia de que jamás fuimos nosotros.



jueves, 29 de octubre de 2015

MICROS PARA GETAFE NEGRO 2015

Estos son los microrrelatos que presenté a la VII edición del certamen de Getafe Negro 




LA REPRESALIA DEL BURLADO 
Dicho sea entre nosotros ese asunto hubiera habido que liquidarlo de una forma más precisa, pero no pudo ser. Y, ante la duda razonable, y sí, debo reconocer, el enfado con los magos de oriente, mandé ejecutar a todos los niños menores de dos años.



APASIONADO DEL CORTE 
Dicho sea entre nosotros ese asunto hubiera habido que liquidarlo de una forma más precisa. Uña a uña, luego dedo a dedo, procurando siempre mantener despierto al sospechoso. Pero me habían hecho salir de la cama de madrugada y me dejé mi maletín, así que tuve que optar por seccionar directamente una mano entera. Lo hice un poco por encima de la muñeca ya que esta, al tener demasiados huesos, es un mala elección si se quiere un corte rápido y limpio. Como puede comprobar soy un apasionado del corte y, después de mi despido en la agencia, creo que encajaría bien para este puesto de carnicero.



lunes, 26 de octubre de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2015-2016 (SEMANA 5)

Microrrelatos presentados a la IX Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Y cómo es que nunca cambiaron el bombín




HABITANTES DE LA NADA
Y cómo es que nunca cambiaron el bombín es algo que, a veces, me pregunto. Apenas el tiempo que tarda en volver a toser sangre Eduardo. Apenas el tiempo que tarda en regresar el recuerdo de las grandes naves despegando y cómo, nosotros, los invisibles, fuimos abandonados en este planeta ya consumido.



LA MALDICIÓN ELEGANTE

“Y cómo es que nunca cambiaron el bombín?” pregunto cuando la curiosidad, y en parte también el repelús, me puede. El tabernero esboza una sonrisa enigmática y se acerca a tocar el ala del sombrero, ajado y polvoriento, que cuelga del único perchero de la sala. “Verá, joven, su propietario murió sentado en esa mesa y prometiendo que solo descansaría en paz si algo suyo permanecía aquí. Nadie se ha atrevido a tentar a la suerte, en este local ya tenemos suficientes fantasmas”.



EL SABELOTODO

“Y cómo es que nunca cambiaron el bombín?” pregunta Julián con la sonrisa socarrona de cuando me pilla en un renuncio. Solo que es ya la tercera mazmorra de la tarde en que lo dice. Miro a los demás que bufan exasperados y le replico que, es verdad, me equivoqué, sí lo cambiaron; y, mientras se deleita, añado que, claro, qué se le va a hacer, la llave no sirve, te has quedado aislado del resto de guerreros, la partida ha terminado para ti.




miércoles, 23 de septiembre de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2015-2016 (SEMANA 3)

Microrrelatos presentados a la IX Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: ¡Cuánta fuerza y qué poca puntería!




GUILLERMO

“¡Cuánta fuerza y qué poca puntería!” pensó el gobernador de Altdorf cuando la flecha destinada a la manzana erró el objetivo. Sin embargo, no se percató de que, en esta versión del cuento, su final triste iba a precipitarse con igual falta de tino.


ABISMOS DE COMPRENSIÓN

—¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! —le recriminó el oficial al nuevo cañonero—. ¡No ha dado usted ni una en el blanco!
—Disculpe, no sabía que tuviera que impactar en el barco —respondió el muchacho, mientras se marchitaba la sonrisa de su rostro.
—¿Y qué creía, entonces?
—Creía que era un juego para salpicar agua hasta rozar el cielo.
—Retírese, soldado Lope de Vega, me parece que no está usted hecho para la guerra.



VIVIR OTRO DÍA 
“¡Cuánta fuerza y qué poca puntería!” pensó, una vez más y ya iban unas cuantas, el joven Rogelio. Aquel duelo a primera luz, tras la noche de verbena, estaba tornando su ánimo entusiasta en una ristra desparejada de bostezos. Y es que el espectáculo no era para menos. Dos duelistas, con una cogorza de aúpa, descerrajando tiros sin que se vislumbrase acierto. Rogelio se animó al ver que uno de ellos salía del sopor y su mirada errática se afianzaba, posándose sobre su adversario. Tras un respingo, el contendiente guardó su pistola y emprendió la huida entre suspiros contrariados.

 
LA GOTA EN EL VASO LLENO

“¡Cuánta fuerza y qué poca puntería!” había tenido que escuchar infinidad de veces. Burlas de los otros miembros del equipo de fútbol americano. Sin embargo, en aquel nuevo curso, lo escuchó con un retintín que no dejaba lugar a dudas. Monique había hablado más de la cuenta sobre aquel revolcón torpe en el parque. Al día siguiente, con una sonrisa ladeada, se dispuso a mostrarles que estaban equivocados, que había algo en que sí tenía puntería. Abrió la puerta del aula con un puntapié y no tardó en escuchar los primeros gritos.




jueves, 10 de septiembre de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2015-2016 (SEMANA 1)


Ya está de regreso Relatos en Cadena, ni más ni menos que con su novena edición.
Como sabéis tuve la suerte de quedar ganador en la última semana de la anterior edición, circunstancia que, además de ser algo fantástico, como supondréis ha redoblado mis ánimos en este segundo año en el que pretendo participar con asiduidad. El año pasado se me escaparon no más de cinco o seis semanas sin participar, a ver si este año pueden ser todavía menos.

¿Objetivos? Con repetir un ganador semanal ya seré el tipo más feliz del mundo.

Sin más cháchara os dejo con los cuatro microrrelatos presentados a la IX Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas.







LA ILUSIÓN DE LAS PALABRAS

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas. Las letras eran un revoltillo en su cabeza intentando nombrar a aquella verdura alargada y naranja que hacía girar entre sus manos callosas. Para mitigar el desespero que le producía la situación, se imaginó que los olvidos se tornaban confusiones y que, al día siguiente, saldría sonriente de la chabola proclamando que se iba a hacer la ronda de restaurantes.



¡JEFA, FUEGO!

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas que contenían la letra F. Así que no encontró la palabra para decir que algo iba mal a su -vaya, ahora la letra J- a esa persona de autoridad que le mandaba y que en esos momentos le miraba, irritada, ante sus aspavientos sin sentido. Detrás de ella explotó un ordenador en la sala de control y había lenguas ardientes pero de nuevo la letra F se interponía entre él y el grito que quería salir de su garganta. Adiós también a la O para dar la alarma de “¡cera, ruega!” mientras huía de aquel desastre de prueba.



ELLA

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas que guardaba en su interior, los recuerdos de su vida. Los sostuvo delante de sus ojos cansados, uno a uno, hasta que las manos le temblaron y las lágrimas silenciosas de la pérdida resbalaron por sus arrugas. Cuando el disgusto se tornó sopor, buscó en sus sueños a la chica de la foto para pedirle perdón. Muchos años atrás, en la séptima fila de un cine de verano, un chico atolondrado y tímido le había prometido que jamás la olvidaría.



NOMBRÍVORA

Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas. Sin embargo, prefirió no decírselo al resto de la tripulación. Con el paso de los días se demostró que no era el único que se sentía atraído por aquel vegetal mustio que habían recogido en la misión Sirius; las conversaciones largas e instruidas se habían convertido en silencios y gruñidos para encubrir la evidencia que todos compartían pero nadie confesaba. Mientras, la planta cada día tenía mejor color y crecía adueñándose de los rincones del habitáculo. 


miércoles, 26 de agosto de 2015

#3HoursLitChallenge: Reflexiones de una Asteroidea combatiente


Este es el relato que ha surgido de esta primera convocatoria alocada del #3HoursLitChallenge que he compartido con Carlos Piélago, Hugo Camacho y Vicente Hurtado.
Cuando ellos cuelguen sus relatos actualizaré esta entrada para que sus nombres os lleven a los relatos o textos que ellos hayan escrito en estas 3 horas.


La premisa, que en mi caso me trasladaba Hugo, era la siguiente:

"el amor y la guerra en la sociedad de las estrellas de mar"

Y aquí está el resultado, espero que os guste.

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REFLEXIONES DE UNA ASTEROIDEA COMBATIENTE 



Salgo del letargo en que estaba sumida. Hay más luz. Son varios los ocelos que me transmiten esa misma información y me permito un instante de alegría disparatada antes de continuar mi camino. Aún falta para esa explosión diáfana que es mi hogar pero estoy un poco más cerca de ti. Si todavía vives. Si todavía me recuerdas. Si me seguirás queriendo o si me aceptaras con los cambios que el tiempo y la guerra han producido en mí.

El plexo nervioso me tiembla y varias de sus ramificaciones me llevan al día de nuestra despedida. Estabas encorvada, protegiendo esos pequeños huevos que serían nuestras crías y que sabías que yo no vería nacer, y el movimiento espasmódico de tus pies ambulacrales me mostraba tu agitación. Estiré uno de mis brazos para acariciarte y quedamos mirándonos, ocelo contra ocelo, durante un tiempo largo que pasó raudo como un segundo. Supongo que nunca es buen momento para una guerra y sería egoísta desear que hubiese ocurrido antes o se hubiese demorado unos meses más. Habría sido, tal vez, más fácil para nosotros pero más complejo para otros. Sin embargo, en el largo camino al frente, no dejé de pensar en ello ni un solo minuto mientras me arrastraba penosamente para ganar unos centímetros más de lecho submarino.

Los motivos del enfrentamiento eran confusos pero preocupantes. Nos habían convocado las cuatro familias principales de Forcipulatidas, las que vivían en aguas templadas. Hacía un par de meses habían perdido la comunicación con las dos familias de las regiones abisales y los bancos de peces que se atrevían a nadar por allí y que, de hecho, eran quienes transmitían los mensajes en una clase Echinodermata como la nuestra en que los desplazamientos más pequeños tienen un alto coste temporal, traían imágenes desgarradoras. Entre rumores de aquí y de allá, filtrando la información valiosa, tarea ardua entre especies con memoria muy corta, nuestras hermanas habían compuesto la que parecía la versión más plausible de los hechos: las cuatro familias Velatidas, amas y señoras del fondo abisal desde tiempos anteriores al jurásico, habían decidido expulsar a las Forcipulatidas del que consideraban su territorio. Tras unas primeras masacres, las Forcipulatidas supervivientes se habían escondido sin tener tiempo de enviar un mensaje de socorro, y allí, donde los ocelos apenas captan el recuerdo de la luz, aguardaban un rescate que no sabían si llegaría nunca.

Las Forcipulatidas de aguas templada shabían hecho un llamamiento a todas las órdenes cercanas y estas habían ido propagando todavía más allá los sucesos buscando formar un gran ejército asteroideo que fuera a aclarar las cosas en el inhóspito terreno abisal. Las órdenes más lejanas a quienes llegó la noticia fuimos las Paxillosidas y las Brisingidas. Nuestras gobernantes deliberaron un tiempo sobre la necesidad o la pertinencia de enviar tropas a un conflicto tan lejano pero, finalmente, pudo su conexión como clase del reino animal y el convencimiento de que, tarde o temprano, si se permitía triunfar a esas conductas, todas estaríamos amenazadas.

Yo, por aquel entonces poco había oído hablar de las fosas abisales y, de ese poco, la mayoría no invitaba precisamente a visitarlas. Había leyendas de especies de cincuenta brazos y de más de ochenta gramos de peso, con bocas capaces de succionar a varias paxillosidas sin gran esfuerzo. Sin contar con una gran evidencia que me escalofriaba: mis ocelos, calibrados para determinar los cambios de luz en zonas luminosas como la zona intermareal en que siempre había vivido, serían prácticamente ciegos en aquella oscuridad mientras los ocelos enemigos, en su propio terreno, me verían avanzar a tientas, estirando mis pies ambulacrales, directa hacia la muerte.

He sobrevivido pero a un alto precio. Dos de mis cinco brazos han quedado moribundos en el fondo de esa oscuridad insondable, y con los tres que me quedan mi regreso es errático y desesperante. Apenas puedo maniobrar porque los conductos de mi sistema vascular acuífero siguen bombeando agua hacia esos brazos inexistentes y, en ocasiones, doy varias vueltas sobre mí sin avanzar. Ya me han empezado a nacer dos pequeños brazos sonrosados en su lugar pero tardarán mucho en suplir a los ausentes. Por un momento pienso en su suerte. Si habrán sido capaces de sobrevivir alguno de los dos, de regenerarse sin ningún fragmento de disco central, y qué habrá sido de ellos en ese caso. Tal vez recuerden el camino y regresen también algún día al hogar.

Mis compañeros de escuadrón han muerto o, menos heridos que yo, me llevan ya una gran distancia de ventaja. Espero que los primeros contingentes de mi familia hayan llegado ya a nuestra playa y tú sepas que estoy de camino. Manco, triste y cambiado, pero viva. Sí, porque ahora es viva. Me fui siendo macho y regreso siendo hembra. En nuestra familia es un caso atípico pero los cambios internos en mis gónadas no dan lugar a dudas. Mi cuerpo nuevo me jugó una mala pasada en mitad de una batalla, cuando empecé a liberar sustancias químicas de atracción y distraje a mis compañeros machos durante unos instantes. Por suerte no hubo que lamentar bajas por culpa de la regulación ovular que todavía no sabía controlar entonces. Me pregunto si me reconocerás, si seguiré atrayéndote con mi cuerpo cambiado. Le doy vueltas a esta última idea cuando la presencia de depredadores me obliga a esconderme y esperar bajo algún cúmulo rocoso.

Tardamos casi un año en llegar al frente. En los remansos de las corrientes marinas hacíamos altos para esperar a nuevas compañías de otras órdenes y otras familias que también venían a la guerra. Brisingidas, Paxillosidas e incluso algún grupo de Spinulosidas de aspecto fiero y espinado fueron incorporándose a nuestra marcha. Al llegar, las cuatro familias de Forcipulatidas nos esperaban ya desplegadas, defendiendo las cuevas donde se hacinaban las supervivientes de sus dos familias atacadas. Había una estrategia clara y un mando duro pero justo y, poco a poco, a pesar de nuestras carencias en ese terreno desconocido empezamos a ser útiles a la causa. Las compañías y escuadrones se formaron con coherencia, siempre con un par de compañeras Forcipulatidas o de otras órdenes de profundidades abisales que nos guiaban en la oscuridad y nos daban las indicaciones de ataque y repliegue.

La muerte en nuestra clase Echinodermata es una idea compleja y muy variable. Si desmiembras a especímenes de ciertas familias con alta regeneración puede que, antes de haber podido huir de la batalla, te encuentres a esa enemiga caída convertida en seis o siete enemigas de menor tamaño pero mayor agilidad, que te persiguen como una jauría enrabietada. Ahí la venganza es cruenta. Te rodean todas a una, tapándote las principales entradas de agua y terminas muerta por asfixia, una muerte que no tiene regeneración posible. Las toxinas son una arma de doble filo porque, si cambia la dirección de las corrientes marinas, puedes terminar cargándote a tu escuadrón en lugar de al escuadrón enemigo así que solo se recomienda bajo circunstancias muy excepcionales o en ataques kamikaze, necesarios como en toda guerra, en que ese escuadrón sabe que se va para no volver.

El transcurso de la guerra fue largo y penoso. Cuando parecía que teníamos ya encarrilada la victoria, un acuerdo secreto de las Velatidas con las Valvatidas incorporó a estas últimas a la contienda. Llegaron en masa, nos sorprendieron. A pesar de ser abisales son pentaradiales y muy semejantes a nosotras, las Paxillosidas, por lo que en los primeros días causaron gran desorientación porque las confundíamos con escuadrones y compañías amigas. Sus pedicelos en forma de pinza nos provocaron bajas numerosas y nos obligaron a replegarnos y a estudiar el nuevo escenario en que se había convertido el conflicto.

El peligro ha desaparecido. Salgo de entre las rocas y sigo avanzando. Podría considerar un milagro haber llegado hasta aquí en mis condiciones. Hay momentos en que las fuerzas me desfallecen pero esa luz que, poco a poco va en aumento, me alienta a no dejar caer los brazos. Sin embargo, una corriente de pensamiento libre y contrario ensombrece mi determinación dándote por muerta, o poniendo todas las objeciones imaginables a que tú y yo podamos regresar al punto en que me fui. Eso ya sé que es imposible. Yo he cambiado demasiado y seguramente tú también. Espero que no nos sintamos desconocidos, sin saber qué decirnos, cómo acariciarnos, cómo amarnos. Pero si eso ocurre, el único consuelo que me queda es que, por lo menos, moriré en mi hogar y no en estas aguas templadas donde la luz todavía no calienta la superficie rugosa de mi epidermis.

¿Y si el destino ha querido que tú también seas hermafrodita secuencial? Tal vez yo me he convertido en hembra en mi periplo y tú, mientras, te hayas convertido en macho. Me cuesta asumir esa situación aunque siento que me excita. Y, entonces, me doy cuenta de que llevo todo este camino de vuelta situando el foco en ti de manera injusta y parcial; obviando que puede que sea yo la que no te reconozca, o la que ya no pueda quererte por mucho que en el fondo de mi ser lo desee. Lo aparto de mi plexo nervioso y pienso en todas las cosas por contarte. Muchas no son buenas pero forman parte de mí y necesitaré que me comprendas, que no te tomes como algo contra ti los períodos de sombras en que me sumiré recordando a las compañeras caídas. En medio del infierno he encontrado los mayores gestos de bondad y compañerismo y también los mayores gestos de maldad y desprecio. Ahora me siento más Asteroidea, me siento una ínfima parte de un universo de especies, familias y órdenes distintas por fuera pero intensamente parecidas por dentro. Me gustaría ser capaz de trasladarte esa idea, a ti y a todos los que os quedasteis en la playa. También me gustaría situar a mis crías a mi alrededor y contarles todas las leyendas que han demostrado ser más que eso: la inmensidad del océano, sus cambios de luz, su diversidad tan increíble, la manera en que sus corrientes te acarician y, albergando sus aguas dentro de ti, te sientes cambiar a cada paso.

Al final ganamos. A pesar de que las hostilidades iniciales habían sido muy significativas, las familias Forcipulatidas plantearon un armisticio generoso ante la incredulidad de las más viejas y ladinas familias Velatidas que esperaban su expulsión o su aniquilación. Los fondos abisales volvieron a la normalidad y convivencia que no debería haberse roto jamás y nosotras, las Asteroideas combatientes del ancho océano, iniciamos el regreso.

¿Puede que ese rumor sean olas? El sol empieza a calentar mi piel y mis ocelos, desacostumbrados a esta luz, se ciegan por momentos cuando miro hacia arriba. ¿Es posible que lo haya conseguido? Mis pies resbalan en esta arena embarrada y suave que tanto echaban de menos e incluso mis nuevos brazos nacientes parecen agitarse de la emoción heredada pues no pueden reconocer esta tierra como hogar porque es la primera vez que la pisan.

Vive. Recuérdame. Quiéreme. Ha sido la fuerza de nuestro amor la que ha guiado mis pasos para lograr esta gesta. Aunque yo ya no sea yo, aunque tú ya no seas tú, déjame abrazarte y volvamos a ser dos estrellas de mar bailando en la simetría de nuestros impulsos sincronizados.

miércoles, 5 de agosto de 2015

MICROS PARA RELATOS CON BSO - VERANO 2015 (SEMANA 3)

La Escuela de Escritores y el programa La Ventana de la Cadena SER, durante el verano, realizan el concurso Relatos con Banda Sonora. 
En la tercera semana estas han sido las canciones y los micros que a mí me han inspirado.



Simón Díaz - "Caballo viejo"


LA ÚLTIMA CHISPA

El día amanece distinto en la hacienda. Simón, con las arrugas marcadas en su rostro afable, no está sentado a la puerta de su cabaña saludando a las mujeres y hombres que toman el camino de los campos. Don Rodrigo entra en su pequeña morada, espera lo peor. Pero no, Simón no está enfermo ni asaltado por la quietud de la muerte en su lecho. Simplemente no está.
Don Rodrigo no entiende pero tampoco podría. Ayer no se fijó en la caravana itinerante que cruzó el pueblo ni en cómo los ojos cansados de Simón relampaguearon al verla a ella.


Nirvana - "Smells like teen spirit"


INMORTALES

Estás muy serio y superarreglado. Supongo que tiene que ser así. Oye, macho, no se lo tomes a mal a Jules ni a Rebeca, no han podido estar aquí pero vengo yo a despedirte en nombre de todos. Formábamos un buen escuadrón de descerebrados. Ahora lo veo así. Ojalá nos hubiésemos dado cuenta con un susto y no de este otro modo más cruel. Perdónanos. Tú has pasado a ser eterno y a nosotros, a nosotros, se nos han pasado las ganas de jugar a ser inmortales.

miércoles, 29 de julio de 2015

MICROS PARA RELATOS CON BSO - VERANO 2015 (SEMANA 2)



La Escuela de Escritores y el programa La Ventana de la Cadena SER, para dejarnos un poco menos huérfanos de Relatos en Cadena durante el verano, realizan otro concurso veraniego: Relatos con Banda Sonora. 
Este concurso se basa en escribir microrrelatos (con las mismas normas de longitud que en REC) inspirados en una de las 3 canciones que plantean cada semana.

En la segunda semana estas han sido las canciones y los micros que a mí me han inspirado.


Desireless - "Voyage, Voyage"


MÁS LEJOS QUE LA NOCHE Y EL DÍA

Cada día, cuando le llamo, prende el teléfono lleno de excitación y me cuenta dónde ha estado. Me habla, en ocasiones, de cráteres volcánicos echando vapor oscuro sobre sus ojos, de lluvias en Ecuador que se deslizan como torrentes por su pelo, del agua sagrada del Ganges que ha podido tocar con las puntas de sus pies. Yo sonrío mientras le escucho y después, cuando toma el auricular la enfermera, le pido una vez más que no bajen la dosis de medicación a mi padre, que le dejen seguir soñando.




Vicente Fernández - "Juan charrasqueado"


EL JUAN EQUIVOCADO

Nomás lo vi, lo supe. Ese no era mi Juan, pero ¡carajo! si no lo lloré con toda la hondura de mi corazón viejito. En cada lágrima vertida le imaginaba una pizca más lejos, un trecho más a salvo. 




Van Morrison - "Brown eyed girl"


EL COLOR DE TUS OJOS

Siempre fuiste mi niña de los ojos de color café. Hasta aquel martes por la tarde, en que fuimos a la vieja mina, en que pasamos bajo la cascada. Ahora me cruzo contigo por la calle y crees que no me di cuenta de que todo empezó allí. Tras tantos veranos sobre la hierba perdiéndome en tus ojos no hay error posible: el color está cambiando. Me gustaría que no hubieses tocado aquella extraña pieza ovalada iridiscente que había al fondo de la mina, me gustaría pensar que sigues siendo tú aunque ya no me ames.

jueves, 11 de junio de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 31)


Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Salió, sigilosa, a estirar las piernas.




DECEPCIÓN

Salió, sigilosa, a estirar las piernas y contempló con curiosidad el nuevo mundo que se presentaba ante sus ojos. La admiración y el brillo de la maravilla, con el paso de los días, se tornaron tristeza y dolor. Una capa de modernidad radiante no era suficiente para eclipsar que, bajo su sombra, seguían campando a sus anchas la incomprensión y el odio. Regresó sobre sus pasos para esconderse cuatrocientos años más.



PASOS DE GIGANTE

Salió, sigilosa, a estirar las piernas. La habían ayudado a concebirlo así, a verbalizarlo así, como antídoto contra la parálisis del miedo. Era un paseo nocturno, como tantos otros. No tenía que pensar en la maleta que llevaba a cuestas, ni en la manita temblorosa que se aferraba a la suya. Solo había salido a estirar las piernas, una última vez, para no volver jamás.



SUEÑOS DE PAPEL

Salió, sigilosa, a estirar las piernas. Con cada paso notaba como se iban estirando más y más: primero su cabeza llegó a la altura de los semáforos solitarios, después a la de las azoteas donde brillaban ojos de gato, después se vio inmersa en bandadas de pájaros que la despeinaban con sus alas. Al final llegó a la altura de la luna y descubrió, con una mueca, que aquella mancha oscura que veía desde su ventana era una despertador y ¡estaba a punto de sonar!
Cuando Inés se levantó, apresurada, con el sueño deshilachándose en su memoria, el libro resbaló de la cama y quedó abierto.




miércoles, 20 de mayo de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 28 y 29)

Debido a unas últimas semanas bastante ajetreadas no he podido traeros antes mi participación en las dos últimas semanas de Relatos en Cadena, así que me perdonaréis que, por una vez, las una en una sola entrada del blog.


SEMANA 28

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Ya no podíamos contar con él





ARTEFACTOS PRIMITIVOS

Ya no podíamos contar con él. Se nos había olvidado. Pasábamos las bolas del ábaco de un lado al otro como pasatiempo estéril de una era digitalizada.



LOS ENGRANAJES DE LA REVOLUCIÓN

Ya no podíamos contar con él los sábados por la noche. Decía que salía a pasear como si eso fuera normal, pero no nos preocupamos. No le teníamos apego, solo era un cacharro útil. Tuvimos que volver a turnarnos quien hacía de crupier en cada mano de la timba y volvieron las discusiones. Por esa época empezaron a aparecer manifestaciones extrañas de violencia que hacía mucho que se habían perdido: pintadas en las paredes, contenedores quemados, sabotajes eléctricos. Tardamos mucho en relacionar con ello los paseos nocturnos de nuestra unidad. Demasiado. Nos estalló en las narices la primera revolución de los robots.



MERCANTILIZACIÓN EXTREMA

Ya no podíamos contar con él. Se había hecho viejo. Se había convertido en un estorbo. Sobre todo nos incomodaba no dar la imagen de familia feliz y sin problemas cuando salíamos a hacer actividades todos juntos. Los niños le habían cogido cariño pero se lo cogían a cualquier cosa. Aprovechamos una oferta del centro comercial para deshacernos de él y adquirir un abuelo joven y reluciente.



LA OTRA CARA DE LA MANZANA

Ya no podíamos contar con él ni con ella. Nos había salido mal el experimento. Buscábamos obediencia absoluta y no habían superado ni la primera fase de pruebas. Los expulsamos del laboratorio y se diseminaron por el planeta.


SEMANA 29

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.


Frase de esta semana: Y las azules, las del abuelo



LAS MANOS DEL TIEMPO

Y las azules, las del abuelo, surcadas por venas gruesas y endurecidas por el trabajo y los años. Me recuerdo acariciándolas cuando ya él apenas era consciente de que seguía aquí, entre nosotros. Su mirada perdida y su silencio insondable me estremecían. En esas caricias intentaba transmitirle todo lo que ya no podía hacerle llegar de otro modo. A veces me sonreía, era apenas un esbozo de sonrisa, un recuerdo que he atesorado hasta hoy. Con esfuerzo tuerzo el gesto y deseo que mi nieto, con sus manos sobre las mías, perciba esa misma gratitud.

 
PROBLEMAS DE VISIÓN

Y las azules, las del abuelo, de pasta y cristales gruesos, siempre las encontraba mamá sobre la repisa de la chimenea. Menudas broncas le echaba por no ponérselas. Un día, bajito, me confesó que le daban miedo pero no me quiso explicar el porqué. Fue lo único que, de forma extraña, permaneció en la casa cuando murió. Sobre esa misma repisa, como si fueran un objeto decorativo. Un día me las puse y contemplé el mundo distorsionado y nebuloso que había al otro lado, un mundo donde el abuelo, desde el sofá, me sonreía. Azul. Azul como las gafas.

 
PINTURAS EN EL INFIERNO

Y las azules, las del abuelo, todavía pueden verse. Se empecinan en permanecer, en sobrevivir, tal vez como homenaje, al otro lado de la pared en que las uñas rasgaron la piedra.





domingo, 10 de mayo de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 27)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: El incómodo cadáver del mediador familiar





NUEVO MUNDO, MISMO HOMBRE

El incómodo cadáver del mediador familiar, un locuaz irlandés que había llegado al Nuevo Mundo con las primeras olas migratorias, fue sepultado sin demasiada ceremonia en aquel promontorio, línea invisible que separaba los territorios en disputa de los hermanos McDonald.
Muchos años, batallas y sangre derramada después, un clérigo encontró los restos de aquella cruz podrida y lo consideró una señal para construir allí una iglesia. Ahora luce impecable, sobre el olvido de un territorio que fue sembrado con odio.

 
UN CADÁVER EN EL SÓTANO
El incómodo cadáver del mediador familiar me saluda cuando bajo al sótano a por mermelada. Ya casi ni le tengo miedo pero paso muy rápido por su lado mientras me agarro la nariz para escapar de su hedor. Le he vuelto a preguntar a mamá hasta cuando lo tendremos allí. Me ha respondido que ya falta poco, que los vecinos ya se están olvidando de él y de papá.

 
MODA DE ESPANTO 
“El incómodo cadáver del mediador familiar” es nuestro lote número cinco. Fíjense en sus facciones congeladas por el asombro y esa chispa de terror tan realista que reflejan sus ojos. Detalles como este muestran el esmero y cuidado con que ha sido disecado por uno de los mejores maestros de este arte milenario. Es una pieza única para horrorizar a sus invitados más asustadizos en los cócteles de los domingos. La puja empieza en veinte mil dólares. No dejen pasar la oportunidad de lucirlo en su vivienda.

lunes, 20 de abril de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 26)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: La intención de seguir siendo sólo amigos



SENTIMIENTOS DE CRISTAL

La intención de seguir siendo sólo amigos se desvanece en cada nueva sonrisa que me regalas. A veces te quedas mirándome fijamente, te veo y me veo en mil reflejos desdoblados y temo que se me note y se revelen las emociones que escondo. A pesar de lo imposible de nuestro amor me descubro, cada día más, contando los minutos que faltan para volver a verte, aunque sea ya tarde, con el cansancio en tus facciones y una mirada deslucida que me atraviese. Ojalá, como en el cuento, algún día me preguntes quién es la más bella.




DISTANCIAS MÍNIMAS

La intención de seguir siendo sólo amigos es ese traje gastado y cómodo que me ciño cada día. Las horas juntos se desvanecen como faros en la autopista de la noche, cuyo brillo permanece allí donde ya dejaron de estar. Pero el brillo termina por apagarse y se aviva el desvelo de cobardías y valentías. Jugarse la partida de la amistad a la carta del amor, un juego de un solo movimiento, perfecto o desolador. Y me siento como el cíclope de Cortázar pero sin luchas tibias: tan cerca que no me ves, tan cerca que tejí cadenas invisibles con que atar mi cordura a tu mirada.


 
PEQUEÑA HISTORIA DE AMOR

La intención de seguir siendo sólo amigos, la intención de seguir siendo sólo una aventura, la intención de seguir siendo sólo novios independientes, la intención de seguir siendo sólo novios bajo un mismo techo y muebles, la intención de seguir siendo novios, la intención de seguir siendo, la intención de seguir, la intención de seguir siendo solos.




TRAGOS AMARGOS

La intención de seguir siendo sólo amigos es ese licor mentiroso y turbio con que me emborracho cuando no puedo evitar el dolor de contemplar otros labios en los tuyos.




BAILE DE MARIONETAS

La intención de seguir siendo sólo amigos no es lo que parece, seguro que termina por decepcionarle. La amistad es algo manso y aburrido pero mire, fíjese, aquí tengo pequeñas pastillas de realidad tergiversada. Se diluyen con facilidad en periódicos, televisión, charlas de bar. No son compatibles con cultura ni educación, mantenga a estas últimas fuera de su alcance. Poco a poco experimentará algo mucho más emocionante: el odio por sus semejantes. Sus enemigos. Ese instinto cruel, frío y poderoso que me permitirá seguir manejando cómodamente los hilos. Odie a los suyos, así jamás se unirá a ellos contra mí.



martes, 14 de abril de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 25)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Procuraba no perder sujetándole las nalgas




PROBLEMAS DE PESO

Procuraba no perder sujetándole las nalgas a la Lola. Todavía no sabía cómo narices se les había ocurrido aquel absurdo reto al Chispi, al Burbuja y a él, y menos todavía como la Lola se había prestado. Pero ya era el tercer año consecutivo y esta vez se había apuntado al gimnasio y todo para fortalecer los bíceps que empezaban a temblarle ya. Pero no, este año no. Este año que otro apoquinara la mariscada.



IMPULSOS INCONTROLABLES

Procuraba no perder sujetándole las nalgas. Luego sería el turno de los pechos y, por último, de los muslos, con la entrepierna a centímetros de la suya. Menudo curso más bestia, pero estaba dando resultado. Él creía que ya jamás se liberaría de su gran vergüenza: la erección espontánea que le sobrevenía en toda ocasión en que veía a una mujer.
Aprobó ese examen final con una flacidez estupenda y los profesores le felicitaron con efusividad. Salió a la calle como un hombre nuevo, un hombre, al fin, dotado de autocontrol. Hasta que vio el primer anuncio de coches.



martes, 7 de abril de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 24)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: A cada vuelta del tambor de la lavadora





ROJO SANGRE 
A cada vuelta del tambor de la lavadora el agua aparecía más turbadoramente roja. Nines intentaba disimular sus nervios a los ojos de los pocos clientes nocturnos que la acompañaban. No tendría que haber sido así aquella noche. Todo marchaba bien: la cena, los regalos, la tarta de postre. Y, en apenas un instante, todo se había truncado y había salido escopeteada con aquel jersey gris perla que le iba varias tallas grande. Esperaba que se fuera aquella mancha tremenda, si no iba a tener que dar muchas explicaciones a su madre por haberse puesto su camisa de seda. Maldito licor de arándanos.




RECUERDOS ENHEBRADOS 
A cada vuelta del tambor de la lavadora me invade una impotencia sorda, la derrota ante lo irremediable. Es el quinto centrifugado y la ropa sigue oliendo a ti.




CÁRCELES DE CORRIENTE ALTERNA 
A cada vuelta del tambor de la lavadora, a cada giro de aspa del lavaplatos, a cada ronroneo del compresor de la nevera, a cada plato humeante del microondas, a cada grito de la tertulia televisiva, a cada tono de mensaje del whatsapp, a cada melodía machacona de la radio, el mundo civilizado era más sencillo y más cercano; el mundo real más fiero y más ignoto. Cuando la llamarada solar causó el cataclismo tecnológico nos miramos con incomprensión y terror, ya no nos valíamos por nosotros mismos: se nos había olvidado vivir.




lunes, 6 de abril de 2015

CRÍTICA DE "EL FINAL DEL DUELO"


ISBN Papel: 978-84-943181-0-8
ISBN Digital: 978-84-943181-2-2
Colección Tar nº1.
Formato: 120 x 190 mm y digital.
Papel - Encuadernación: rústica. 294 páginas.
Digital - Formato: Epub.





No suelo hacer críticas literarias. 
Básicamente por dos motivos: 

  1. Encuentro que ya prácticamente está todo dicho (suelo leer los libros mucho después de su publicación)
  2. No considero que mis fundamentos literarios sean lo bastante sólidos como para que mi opinión personal, intransferible y seguramente errónea sea algo que otra persona deba tener en cuenta.
Partiendo de ahí, he considerado que en este caso valía la pena hacer una excepción aunque solamente sea por colaborar a dar visibilidad y reconocimiento, desde la humildad de este rincón, a una muy interesante novela fantástica.

"El final del duelo" llegó a mis manos porque venía auspiciada por dos personas que en los últimos años se han ganado mi respeto y mi admiración. Lo primero suelo concederlo de partida, lo segundo es bastante más difícil. Por un lado, su editor, Hugo Camacho de Orciny Press, la editorial que lo publica y por otro su prologuista y la persona que ha estado encima de la gestación de esta novela, Inés Arias de Reyna, profesora de literatura fantástica en Escuela de Escritores y su propia escuela, Escuela de Fantasía, de la que he tenido el placer de ser alumno.

Ahora, tras terminar la lectura de la novela, puedo decir que Alejandro Marcos Ortega también tiene mi respeto y admiración, aunque esta última sea solo como novelista dado que no le conozco en más facetas.

A partir de aquí me meto de llena en el comentario de la novela, mi intención no es hacer spoilers pero puede que alguno se escape, avisados quedáis. Los muy claros los indicaré con claridad.


ASPECTOS POSITIVOS

  • La voz narrativa
Alejandro se atreve con una voz muy particular, poco usual y, desde mi punto de vista, muy compleja de llevar a cabo sin hastiar al lector en un texto tan largo como es una novela. Y lo consigue. Vaya sí lo consigue. La atmósfera intimista que genera esta narración a modo de carta de Saúl a Elisa esta generada con una gran pericia y nos mete, casi desde el principio, en la historia y ya no nos suelta hasta el final.

  • La estructura argumentativa
El argumento puede atraer más o menos, aunque es fácil empatizar con la búsqueda de la verdad sobre el asesinato de su padre en que se embarca Jero, pero está muy bien construido. Al terminar la lectura de la novela e ir recapitulando todas aquellas pequeñas pistas diseminadas en la narración a mi me ha quedado un muy buen sabor de boca. Alejandro sabía a dónde quería llegar y cómo llegar y al final nos damos cuenta que casi nada de lo que ocurre es artificio, si no pieza indispensable del engranaje de la novela.

  • Los personajes 
La mayoría de los personajes (de dos en concreto, que creo que son los que más cojean por importancia, hablaré en aspectos mejorables) me han parecido muy bien construidos. Ese espacio a la reflexión que permite la voz de Saúl también ayuda en ciertos momentos y refuerza esa construcción de los otros personajes que le rodean. Mención especial también al tratamiento de los personajes femeninos. Tres de los más importantes: Laila, Carlota y Maira, son personajes fuertes y no meros espectadores o comparsas como, por desgracia, ocurre en muchas novelas y más dentro del género fantástico.


ASPECTOS MEJORABLES

  • Ambientación
Considero que la ambientación cojea un poco. Es cierto que Alejandro nos describe visualmente las ciudades por las que van pasando los personajes y nos habla de aquellas por las que no pasan (ej: Punta de Arena) para que tengamos una imagen de ese mundo en que viven. Sin embargo, a mi modo de ver, se queda en eso, en escenario. Un escenario que, tras la fachada, queda algo hueco. Sabemos que existe la Federación, conocemos el funcionamiento de los duelos, sabemos que hay muchas fábricas (sobre todo en Ferro) ¿pero, más allá del entretenimiento de los torneos, qué hay? ¿La Federación es también gobierno absoluto de ese mundo? ¿No hay rencillas de carácter político? ¿Qué se fabrica en esas fábricas? Cuando se nos describe Ferro se hace mucho hincapié en el mercadillo, una industria artesanal, y a mi me cuesta conjuntar ambas imágenes. Esa industrialización que no sé a qué se dedica. 
Considero que no valía la pena ahondar en esto pero sí, tal vez, esbozarlo un poco para que el mundo no quedara reducido a los duelos, que es la impresión que a mí me queda.

Tampoco ayuda el hecho que haya algún error entre el mapa que acompaña al libro y las descripciones de Alejandro. Es algo muy menor pero a mí me dejó releyendo y mirando al mapa unos minutos tras el capítulo del tren, hasta que entendí que donde figura "Dosríos" debería figurar (según la narración) "Sombraseca". 

Algo que me pareció muy divertido es el guiño de Alejandro con el símbolo de la Federación: los dos círculos enlazados, el símbolo de la editorial Orciny Press.

  • Personajes
Elisa: Me ha faltado que Saúl ahondara más en el personaje de Elisa. Creo que el formato permitía alguna licencia más para ello. Veo muy claramente la Elisa rota tras la muerte de Isaías pero me faltan imágenes y datos para ver a la Elisa de antes. Para que, aunque el mismo Saúl no lo sepa, el lector a través de sus palabras sí comprendiera más a Elisa y ese cambio al que Saúl se refiere tantas veces. Igual es un tema mío de percepción, igual eso sí está y soy yo el que no he sabido verlo.

Darío: Considero que este personaje realiza un cambio demasiado radical en pocos días: de matón al que todos evitan, a un simple bravucón pendenciero (cuando están en Ferro), al Darío que se esboza al final. SPOILER CLARO: No me encaja nada la escena en que Darío abandona bajo la lluvia una taberna para ir tras Saúl y Maira, casi rogándoles compañía y atención. En ese punto, Saúl y Maira todavía no han hecho nada por él y con la forma de ser que se ha visto hasta ese momento de Darío a mi no me encaja nada.

  • SPOILER CLARO: Escena de la foto
Dentro de la construcción del argumento y cómo Alejandro va dejando pistas a lo largo de toda la narración que al final se nos hacen evidentes, esta es la única escena que veo muy cogida con pinzas. Me parece claramente, y así la sentí al leerla, un recurso para posponer el descubrimiento de los asesinos al punto que Alejandro le venía bien para encajar con la historia. No entiendo, ni se explica, el porqué esa foto estaba en una carta de otro aprendiz que se carteaba con Bernabé. ¿Si había alguien del equipo de Isaías que sabía realmente la procedencia del novante por qué tras el torneo no avisa a Isaías y a los demás del peligro que corren? ¿Qué sentido tiene que otro aprendiz que no es el novante envíe una foto de él y sus padres a Bernabé? Solo me encajaría si fuera el hermano o algo así, cosa que claramente no parece ser tal como continúa el desarrollo de la historia. Como digo, aquí me faltaría a mí una justificación para que no fueran todo dudas y quedara esta escena cogida con pinzas.



CONCLUSIÓN

A pesar de que, para variar me he extendido más en los aspectos mejorables, creo que estos son menores y, tal vez excepto el personaje de Elisa (que puede ser percepción mía), son escenas muy puntuales que no desmerecen el gran trabajo de Alejandro con esta novela. 
Creo que por lo arriesgado de la voz narrativa y lo bien que lo resuelve, el argumento que sin ser novedoso se presenta de una forma muy atrayente, la construcción de la mayoría de los personajes y esa artesanía narrativa de dejar pistas por el camino que toman todo su sentido al final, "El final del duelo" es una novela muy interesante y que os recomiendo que leáis.