lunes, 26 de enero de 2015

Ganador semanal en "CUENTA 140"

Hoy ha sido un día alegre; de forma totalmente inesperada, uno nunca cree que en la primera participación en algo vaya a tener tanta suerte, he sido elegido ganador de la semana en el concurso de microrrelatos "Cuenta 140" de El Cultural.

En este enlace podréis leer el micro con el que he sido declarado ganador y las bonitas palabras que le dedica el conductor de este concurso semanal, Juan Aparicio Belmonte.



Y estos son los otros pequeños micros que escribí para la ocasión y que han tenido menos suerte que su hermano premiado:


El abrigo, solitario de noche, sale en busca de un propietario al que abrazar.



Se marchó de madrugada, sin despedirse. En su lado del armario quedó una percha, en la percha un abrigo, en el abrigo su recuerdo.



En el país de los abrigos miran con lástima a los chalecos que, arrodillados, piden limosna para sobrellevar su condición.



Mi abrigo era verde en primavera, amarillo en verano, marrón en otoño y azul en invierno. El día que te fuiste se tornó negro para siempre.



El abrigo, vestido y desayunado, puntual y cepillado, abre su armario cada mañana y escoge a qué señor ponerse.



Por la noche lo oigo deslizarse por el pasillo buscando a tientas mi habitación. Temo que sepa de mi idilio nocturno con la bata.



miércoles, 21 de enero de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 16)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Usted es el primero que la abre




LA SUERTE DEL BOCAZAS

“Usted es el primero que la abre” dijo el coronel con aquella sonrisa suya que no auguraba nada bueno. Me tocó quedarme a fregar todos los platos de la cena de gala. A la mañana siguiente era el único soldado vivo de mi pelotón. La fiesta en la ciudad y la curva cerrada al borde del mar se le fueron de las manos al conductor del autobús.


DIENTE POR DIENTE

“Usted es el primero que la abre y la cierra con esa fuerza” balbuceó el dentista mirando con estupor sus tres dedos seccionados. Cayó al suelo. Sonreí con mi boca sanguinolenta a la ayudante y mientras salía, disgustado por sus gritos de pánico, escupí en la papelera la carne de aquel que había osado arrancarme una muela. La furia no me hacía perder la educación ni el decoro.



ENTRE LAS PIERNAS

“Usted es el primero que la abre” susurró la chiquilla dulce mientras el hombretón, relamiéndose, terminaba de retirar aquel cinturón de castidad. Le había explicado un cuento de unos padres exacerbadamente puritanos y una ciudad muy conflictiva. Él había caído, como caían todos, ante su mirada inocente y sus labios carnosos, dispuestos a tragarse cualquier historia por acostarse con ella. Los ojos del hombre viraron de la lujuria al espanto cuando algo, rápido y viscoso, surgió de la entrepierna de la muchacha para horadar su cráneo. Mientras la sangre corría, la chica volvió a colocarse el cinturón, se subió la falda y abandonó la habitación.



LA VIDA EN JUEGO

“Usted es el primero que la abre esta noche, caballero. Y ¿qué tenemos detrás de la puerta número tres? ¡Ni más ni menos que uno de nuestros premios más afortunados! Se merece sin duda la ovación de nuestro querido público. Y ahora, caballero, díganos, ¿a cuales dos de sus tres hijos salvará de la muerte?”



martes, 13 de enero de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 15)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd





CUERPOS DESECHABLES

Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd. Me veía horrible con aquella cara decrépita y arrugada. Siempre me pasaba lo mismo. Me encariñaba demasiado de mis cuerpos, cosa de la costumbre y la rutina y acababa forzándolos hasta edades avanzadas como los cincuenta años o así. Tan pronto como se diera por liquidado aquel cuerpo gastado, ya tenía todos los trámites burocráticos realizados para que me transfirieran a mi nuevo aposento: varón alto y musculoso de veinte años, castaño, ojos azules.


LA RELIQUIA

Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd de vidrio. Era bastante ancho, tenía un sistema de renovación de aire con calefacción y aire acondicionado y una sonda, imperceptible bajo la túnica holgada, que me alimentaría. Supuse que terminaría por aborrecerlo con el tiempo pero, diantres, no a cualquiera lo santificaban en vida. Era el precio a pagar. Sería adorado hasta la muerte por los peregrinos de la plaza de San Pedro.


EL ÚLTIMO REPOSO

Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd mientras sofocaba un hipido consternado. No soportaba más la visión de aquellos laterales acolchados y mullidos que tantos días me habían visto dormir. La juventud ya no respetaba nada, ni siquiera a uno de los más antiguos como era yo. Desahuciado de mi propio lecho de vampiro por aquella nueva ley de actualización del precio del alquiler. Dignamente y, para que negarlo, con algo de esa teatralidad impostada que tampoco se llevaba ya, giré sobre mis talones haciendo ondear la capa y desaparecí de aquel hogar ingrato.


DEDO Y CORAZÓN

Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd. Me indignaba que todo cuanto quedara de mi marido fuese un dedo bulboso que todavía portaba aquel feo anillo familiar con las iniciales de su abuelo, su padre y él mismo. Por lo menos, muerto en batalla, me quedaba una buena pensión. Cuando la tapa se cerró, a muchos kilómetros de distancia, el recuerdo del dedo corazón se hizo perceptible en una mano grande y bulbosa. El hombre se rascó el muñón, sonrió y siguió disponiendo la mesa de picnic.




jueves, 8 de enero de 2015

MICROS PARA RELATOS EN CADENA 2014-2015 (SEMANA 14)

Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.

Frase de esta semana: Sin saber por qué, le di un puñetazo


Hasta la fecha esta es la semana más fructífera o no sé si llamarla desenfadada porque algunos de los micros no están nada pulidos, pero las ideas fueron surgiendo y ante su avalancha decidí escribirlas todas y quedaron estos siete micros.




SIN CONTROL 
Sin saber por qué, le di un puñetazo. Y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro, y otro.



EVOCACIONES Y RECUERDOS 
Sin saber por qué, le di un puñetazo en la pierna metalizada a Bartok, que siguió mirando al frente sin inmutarse. Toda mi rabia apenas una caricia nimia para aquel ser de circuitos que me acompañaba. Mejor así. No le habría sabido explicar esa sensación que me embargaba, el por qué que aquella sacerdotisa que teníamos que matar se pareciese tanto a mi madre era un trago tan amargo.

BORRACHERA SIN FUTURO 
Sin saber por qué, le di un puñetazo en el hombro. Tommy D alzó la mirada desviada hacia mí y vomitó sobre su pechera cuando intentaba insultarme. Me desternillé de risa a su lado, manchándome con aquella mezcla infecta de carne y verdura a medio digerir. Vi a tiempo el reflejo de la farola en el vidrio pero mi mano resbaló en el vómito y su ademán amenazante seccionó mi carótida. Su primera lágrima cayó sobre mi rostro ceniciento.



EL ORGULLO DEL PRESIDENTE 
Sin saber por qué, le di un puñetazo. A base de tanto repetirlo hay días en que casi creo que sucedió así, que no fue mi hermana la que le golpeó cuando ya había metido su mano peluda debajo de su falda. Le tumbó y le saltó un diente. Y en ese instante le reconocimos y supe que había que tomar una resolución drástica. La gente como él no perdona las humillaciones. Me detuvieron. Me encarcelaron. Me llaman terrorista. Yo sigo repitiendo la misma cantinela en cada interrogatorio. Mi hermana está bien, es todo lo que me importa.



CÍRCULO TOTALITARIO 
Sin saber por qué, le di un puñetazo y, de repente, la gente que me rodeaba siguió mi ejemplo. Derrocamos el odiado Sistema con la revolución que, sin querer, encabecé aquel día. Me encumbraron y me rodearon asesores que me dieron qué decir y qué hacer. Hace tiempo que tengo la sensación de que la Restauración es una cara de la moneda más oscura que el Sistema. Estoy recluido en el Palacio Presidencial, hoy, en la manifestación de la tarde, nadie sabe por qué, alguien dio un puñetazo.



TODO ES ARTE 
Sin saber por qué, le di un puñetazo a aquel horrible cuadro. Cuando los vigilantes ya corrían hacia mi para apresarme, apareció el artista aplaudiendo y toda la gente congregada siguió su ejemplo. Ahora cobro una suma importante de dinero cada mes por agujerear con mis puños sus cuadros. La exposición itinerante se llamará algo sobre la rabia convertida en arte.



FIRMA INNOVADORA 
“Sin saber por qué, le di un puñetazo” es el título del último libro de relatos del aclamado Charles Bakiwske. Se generan grandes colas en las librerías en las que acude a presentarlo. La gente sale feliz con ojos morados y alguna mejilla hinchada. Hay algunos que repiten pues cada puñetazo es un recuerdo que atesorar.